PREPARACIÓN DE SUBSTRATO
PARA CANNABIS
PREPARACIÓN DE SUBSTRATO PARA CANNABIS
Preparar tu propio súper sustrato casero para cannabis es mucho más gratificante que comprarlo en la tienda junto con botes de fertilizantes y, además, no es nada difícil.
Para obtener unas beunas plantas el substrato es fundamental y la mejor forma de cultivar es utilizar un súper suelo casero rico en nitrógeno, fósforo, potasio y otros nutrientes esenciales.
Algunas mezclas de tierra que venden en las tiendas de jardinería funcionan bien, pero solo hasta cierto punto.
Para cultivar Cannabis te recomendamos usar una mezcla de tierra específica para ello, o preparar tu propia mezcla.
Como muchos aspectos del cultivo, la preparación de una mezcla de suelo tiene varias ventajas e inconvenientes.
Aunque son más las ventajas que los inconvenientes, y desde aquí animamos a todos los cultivadores a que prueben a preparar su propio suelo al menos una vez.
Preparar tu propio súper sustrato casero para cannabis es mucho más gratificante que comprarlo en la tienda junto con botes de fertilizantes y, además, no es nada difícil.
Para obtener unas beunas plantas el substrato es fundamental y la mejor forma de cultivar es utilizar un súper suelo casero rico en nitrógeno, fósforo, potasio y otros nutrientes esenciales.
Algunas mezclas de tierra que venden en las tiendas de jardinería funcionan bien, pero solo hasta cierto punto.
Para cultivar Cannabis te recomendamos usar una mezcla de tierra específica para ello, o preparar tu propia mezcla.
Como muchos aspectos del cultivo, la preparación de una mezcla de suelo tiene varias ventajas e inconvenientes.
Aunque son más las ventajas que los inconvenientes, y desde aquí animamos a todos los cultivadores a que prueben a preparar su propio suelo al menos una vez.
VENTAJAS
Un sustrato casero es rico en macro y micronutrientes, lo que significa que dependerás menos de los fertilizantes químicos.
Cultivar en un suelo casero te proporciona un control total en cuanto a la forma en que las plantas obtienen sus nutrientes.
Si quieres cultivar de forma orgánica, es el camino a seguir.
Los cogollos cultivados sin fertilizantes químicos tienen un sabor natural único y producen un humo con mejor sabor y más suave.
Los productos químicos de las soluciones fertilizantes generan un drenaje agresivo que puede tener un efecto devastador en el medio ambiente de la zona.
Por otro lado, el suelo casero es completamente sostenible y ecológico.
INCONVENIENTES
Preparar un suelo propio lleva tiempo, un lujo que no tienen todos los cultivadores.
Si preparas una mezcla de tierra inadecuada, que contenga un exceso o una falta de nutrientes, las plantas no prosperarán.
Por suerte, en este artículo descubrirás cómo hacer una buena mezcla.
La preparación de tu propio sustrato requiere de una inversión inicial mayor que si compras tierra normal y unos cuantos fertilizantes.
Ten esto en cuenta si dispones de un presupuesto bajo, pero recuerda que los resultados merecen la pena.
¿ PORQUE PREPARAR TU SUBSTRATO ?
VENTAJAS
Un sustrato casero es rico en macro y micronutrientes, lo que significa que dependerás menos de los fertilizantes químicos.
Cultivar en un suelo casero te proporciona un control total en cuanto a la forma en que las plantas obtienen sus nutrientes.
Si quieres cultivar de forma orgánica, es el camino a seguir.
Los cogollos cultivados sin fertilizantes químicos tienen un sabor natural único y producen un humo con mejor sabor y más suave.
Los productos químicos de las soluciones fertilizantes generan un drenaje agresivo que puede tener un efecto devastador en el medio ambiente de la zona.
Por otro lado, el suelo casero es completamente sostenible y ecológico.
INCONVENIENTES
Preparar un suelo propio lleva tiempo, un lujo que no tienen todos los cultivadores.
Si preparas una mezcla de tierra inadecuada, que contenga un exceso o una falta de nutrientes, las plantas no prosperarán.
Por suerte, en este artículo descubrirás cómo hacer una buena mezcla.
La preparación de tu propio sustrato requiere de una inversión inicial mayor que si compras tierra normal y unos cuantos fertilizantes.
Ten esto en cuenta si dispones de un presupuesto bajo, pero recuerda que los resultados merecen la pena.
¿ PORQUE PREPARAR TU SUBSTRATO ?
Al preparar tu propio super soil para marihuana, tienes la oportunidad de crear un sustrato rico para tus plantas con antelación, en lugar de fertilizarlas según sus necesidades usando abonos minerales o ecológicos.
El suelo desempeña dos funciones clave en el proceso del cultivo.
En primer lugar, ejerce fuerza sobre las plantas, arraigándolas y protegiéndolas contra el viento.
En segundo lugar, y más importante, sirve como medio de transporte de agua y nutrientes para las raíces.
Para entender mejor el suelo y cómo utilizar una mezcla casera para fertilizar y alimentar nuestras plantas, primero hay que conocer los nutrientes básicos que necesitan las plantas para sobrevivir y crecer.
Además de agua, el cannabis necesita tres nutrientes básicos o macronutrientes: nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K).
Si compras fertilizantes, sabrás que hay productos con diferentes concentraciones de estos nutrientes diseñados para utilizarse en las distintas fases del ciclo de vida de la planta.
Aquí tienes un resumen de cómo ayudan estos nutrientes al crecimiento de las plantas de Cannabis:
Nitrógeno: Es uno de los principales componentes de la clorofila, y un elemento fundamental de algunos aminoácidos importantes.
Fósforo Es esencial para la producción de ATP y fosfolípidos, que se utilizan para fortalecer las membranas celulares.
Potasio Ayuda a la fotosíntesis, regula la absorción de CO₂ a través de los estomas de las hojas, y refuerza las paredes celulares.
El nitrógeno, el fósforo y el potasio constituyen la mayor parte de los nutrientes que contienen la mayoría de fertilizantes de los centros de jardinería o grow shops.
Pero hay muchos otros nutrientes, conocidos como micronutrientes, que también ayudan a mantener tus plantas sanas y a producir los mejores cogollos posibles.
Algunos de estos micronutrientes son calcio, hierro, azufre, zinc, boro, manganeso y cobre, y se encuentran de forma natural en sustancias como el guano de murciélago, el humus de lombriz, las algas marinas, los posos de café, etc.
Cuando preparas tu propio súper suelo, tienes la oportunidad de crear un medio rico para tus plantas, en vez de tener que alimentarlas según sea necesario con abonos químicos.
Todo el esfuerzo que dediques a preparar tu propio suelo natural y orgánico antes de la siembra, te será recompensado en forma de sabor y calidad llegado el momento de la cosecha.
PREPARACIÓN
Crear tu propio súper suelo puede parecer difícil, pero no lo es.
En realidad, es bastante sencillo; se empieza con un poco de tierra orgánica de calidad y se enriquece con ingredientes naturales.
Cuando llegue el momento de sembrar tus semillas, tendrás un medio de cultivo que proporcionará a tus plantas todo lo que necesitan para producir unos cogollos preciosos y muy aromáticos.
PASO 1: COMPRA UN SUELO BASE
Es muy importante escoger un suelo base adecuado para tus plantas de cannabis.
Recuerda: al cannabis le gustan los suelos bien aireados, permeables y ligeramente ácidos (lo ideal es un pH de 6-6,5).
Si es posible, opta por un suelo orgánico que contenga ingredientes naturales, como humus de lombriz, compost, fibra de coco, arena, etc.
Aunque estos suelos suelen ser más caros, influirán de forma positiva en la salud de tus plantas y la calidad y el tamaño de la cosecha.
Otros ingredientes que también puedes buscar en los suelos orgánicos son: Turba, Guano, Estiércol, Polvo de roca, Arena. Fibra de coco, Abonos naturales (como K-Ca-Mag), Corteza de pino, Perlita y Vermiculita
Si no encuentras un buen suelo orgánico con algunos de estos ingredientes, no te preocupes.
Visita el vivero o centro de jardinería más cercano y compra tierra normal para macetas.
En cualquier caso, elige una que sea ligeramente ácida.
PASO 2: ENRIQUECE EL SUELO
Empieza por colocar la tierra en un recipiente grande, y divídela con un rastrillo para asegurarte de que esté bien aireada.
Cuando esté bien suelta, enriquécela con más ingredientes naturales para crear un medio de cultivo rico para tus plantas.
Algunas de las cosas que puedes añadir a tu tierra son: Humus de lombriz, Posos de café y/o té, Cáscaras de huevo, Pieles de frutas y Verduras, Abono, Fibra de coco, Perlita, Vermiculita, Arena, Harina de huesos, Harina de sangre, Roca fosfórica, Dolomita o Pelletss de abono orgánico.
Casi todos los ingredientes podéis encontrarlos en la web.
Añade los ingredientes a la tierra y usa el rastrillo para mezclarlo todo bien.
La cantidad «correcta» de cada ingrediente que utilices dependerá de la calidad del suelo base y de cuánto tiempo quede antes de sembrar.
Si es posible, prepara el suelo con al menos seis meses de antelación.
De esta forma, podrás utilizar más ingredientes, ya que tendrán tiempo para descomponerse apropiadamente.
Cuando lo hagan, se creará un mantillo rico para tus plantas, parecido al que tendrían en la naturaleza.
Este súper sustrato estará cargado de nitrógeno, fósforo y potasio, además de todos los micronutrientes que hemos mencionado.
De todas formas, este proceso lleva tiempo.
El abono, por ejemplo, puede tardar desde unos meses hasta años en estar listo, algo que deberás tener en cuenta cuando planees tu cultivo.
Las pieles de las frutas y verduras también tardarán meses en descomponerse.
Si quieres sembrar inmediatamente, puedes usar algunos de los ingredientes de la lista anterior, pero deberás tener cuidado, ya que correrás el riesgo de que se cree un suelo demasiado rico en nutrientes y provoque quemaduras en tus plantas.
Como regla general para empezar, prueba con las siguientes proporciones:
4 partes de suelo base
1 parte de humus de lombriz
1 parte de fibra de coco
1 parte de perlita/vermiculita (para un mayor drenaje)
2,5-5% de guano
2,5% de harina de hueso y/o harina de sangre
PASO 3: LAVA EL SUSTRATO CUANDO SIEMBRES
Si no dispones de meses para preparar tu propio súper suelo, hay una forma más rápida y sencilla de hacerlo.
En las macetas que vas a usar, combina:
3 partes de suelo orgánico base
1 parte de perlita
1 parte de humus de lombriz
½ taza de arenisca verde
⅓ taza de guano
½ taza de dolomita
Mézclalo todo bien con el rastrillo y empapa el suelo con agua pura durante al menos dos días, manteniéndolo húmedo por todas partes.
Con esto garantizarás que no tenga demasiados nutrientes para tus plantones.
Deja que escurra el agua y espera a que la tierra esté casi seca para plantar.
Cuando lo hagas, asegúrate de usar solamente agua para regar las primeras tres veces.
PASO 4: NO PLANTES DIRECTAMENTE EN EL SÚPER SUSTRATO
Es importante señalar que el súper suelo casero es muy rico en nutrientes y no debe utilizarse para plantar semillas, plantones ni esquejes.
Estas plantas jóvenes son muy delicadas y sufrirán quemaduras en este medio.
En su lugar, debes germinar las semillas y mantener las plantas jóvenes en una tierra neutra durante al menos las dos primeras semanas, y solamente trasplantarlas una vez que estén bien enraizadas y hayan desarrollado tres o más nudos con hojas más grandes.
Al preparar tu propio super soil para marihuana, tienes la oportunidad de crear un sustrato rico para tus plantas con antelación, en lugar de fertilizarlas según sus necesidades usando abonos minerales o ecológicos.
El suelo desempeña dos funciones clave en el proceso del cultivo.
En primer lugar, ejerce fuerza sobre las plantas, arraigándolas y protegiéndolas contra el viento.
En segundo lugar, y más importante, sirve como medio de transporte de agua y nutrientes para las raíces.
Para entender mejor el suelo y cómo utilizar una mezcla casera para fertilizar y alimentar nuestras plantas, primero hay que conocer los nutrientes básicos que necesitan las plantas para sobrevivir y crecer.
Además de agua, el cannabis necesita tres nutrientes básicos o macronutrientes: nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K).
Si compras fertilizantes, sabrás que hay productos con diferentes concentraciones de estos nutrientes diseñados para utilizarse en las distintas fases del ciclo de vida de la planta.
Aquí tienes un resumen de cómo ayudan estos nutrientes al crecimiento de las plantas de Cannabis:
Nitrógeno: Es uno de los principales componentes de la clorofila, y un elemento fundamental de algunos aminoácidos importantes.
Fósforo Es esencial para la producción de ATP y fosfolípidos, que se utilizan para fortalecer las membranas celulares.
Potasio Ayuda a la fotosíntesis, regula la absorción de CO₂ a través de los estomas de las hojas, y refuerza las paredes celulares.
El nitrógeno, el fósforo y el potasio constituyen la mayor parte de los nutrientes que contienen la mayoría de fertilizantes de los centros de jardinería o grow shops.
Pero hay muchos otros nutrientes, conocidos como micronutrientes, que también ayudan a mantener tus plantas sanas y a producir los mejores cogollos posibles.
Algunos de estos micronutrientes son calcio, hierro, azufre, zinc, boro, manganeso y cobre, y se encuentran de forma natural en sustancias como el guano de murciélago, el humus de lombriz, las algas marinas, los posos de café, etc.
Cuando preparas tu propio súper suelo, tienes la oportunidad de crear un medio rico para tus plantas, en vez de tener que alimentarlas según sea necesario con abonos químicos.
Todo el esfuerzo que dediques a preparar tu propio suelo natural y orgánico antes de la siembra, te será recompensado en forma de sabor y calidad llegado el momento de la cosecha.
PREPARACIÓN
Crear tu propio súper suelo puede parecer difícil, pero no lo es.
En realidad, es bastante sencillo; se empieza con un poco de tierra orgánica de calidad y se enriquece con ingredientes naturales.
Cuando llegue el momento de sembrar tus semillas, tendrás un medio de cultivo que proporcionará a tus plantas todo lo que necesitan para producir unos cogollos preciosos y muy aromáticos.
PASO 1: COMPRA UN SUELO BASE
Es muy importante escoger un suelo base adecuado para tus plantas de cannabis.
Recuerda: al cannabis le gustan los suelos bien aireados, permeables y ligeramente ácidos (lo ideal es un pH de 6-6,5).
Si es posible, opta por un suelo orgánico que contenga ingredientes naturales, como humus de lombriz, compost, fibra de coco, arena, etc.
Aunque estos suelos suelen ser más caros, influirán de forma positiva en la salud de tus plantas y la calidad y el tamaño de la cosecha.
Otros ingredientes que también puedes buscar en los suelos orgánicos son: Turba, Guano, Estiércol, Polvo de roca, Arena. Fibra de coco, Abonos naturales (como K-Ca-Mag), Corteza de pino, Perlita y Vermiculita
Si no encuentras un buen suelo orgánico con algunos de estos ingredientes, no te preocupes.
Visita el vivero o centro de jardinería más cercano y compra tierra normal para macetas.
En cualquier caso, elige una que sea ligeramente ácida.
PASO 2: ENRIQUECE EL SUELO
Empieza por colocar la tierra en un recipiente grande, y divídela con un rastrillo para asegurarte de que esté bien aireada.
Cuando esté bien suelta, enriquécela con más ingredientes naturales para crear un medio de cultivo rico para tus plantas.
Algunas de las cosas que puedes añadir a tu tierra son: Humus de lombriz, Posos de café y/o té, Cáscaras de huevo, Pieles de frutas y Verduras, Abono, Fibra de coco, Perlita, Vermiculita, Arena, Harina de huesos, Harina de sangre, Roca fosfórica, Dolomita o Pelletss de abono orgánico.
Casi todos los ingredientes podéis encontrarlos en la web.
Añade los ingredientes a la tierra y usa el rastrillo para mezclarlo todo bien.
La cantidad «correcta» de cada ingrediente que utilices dependerá de la calidad del suelo base y de cuánto tiempo quede antes de sembrar.
Si es posible, prepara el suelo con al menos seis meses de antelación.
De esta forma, podrás utilizar más ingredientes, ya que tendrán tiempo para descomponerse apropiadamente.
Cuando lo hagan, se creará un mantillo rico para tus plantas, parecido al que tendrían en la naturaleza.
Este súper sustrato estará cargado de nitrógeno, fósforo y potasio, además de todos los micronutrientes que hemos mencionado.
De todas formas, este proceso lleva tiempo.
El abono, por ejemplo, puede tardar desde unos meses hasta años en estar listo, algo que deberás tener en cuenta cuando planees tu cultivo.
Las pieles de las frutas y verduras también tardarán meses en descomponerse.
Si quieres sembrar inmediatamente, puedes usar algunos de los ingredientes de la lista anterior, pero deberás tener cuidado, ya que correrás el riesgo de que se cree un suelo demasiado rico en nutrientes y provoque quemaduras en tus plantas.
Como regla general para empezar, prueba con las siguientes proporciones:
4 partes de suelo base
1 parte de humus de lombriz
1 parte de fibra de coco
1 parte de perlita/vermiculita (para un mayor drenaje)
2,5-5% de guano
2,5% de harina de hueso y/o harina de sangre
PASO 3: LAVA EL SUSTRATO CUANDO SIEMBRES
Si no dispones de meses para preparar tu propio súper suelo, hay una forma más rápida y sencilla de hacerlo.
En las macetas que vas a usar, combina:
3 partes de suelo orgánico base
1 parte de perlita
1 parte de humus de lombriz
½ taza de arenisca verde
⅓ taza de guano
½ taza de dolomita
Mézclalo todo bien con el rastrillo y empapa el suelo con agua pura durante al menos dos días, manteniéndolo húmedo por todas partes.
Con esto garantizarás que no tenga demasiados nutrientes para tus plantones.
Deja que escurra el agua y espera a que la tierra esté casi seca para plantar.
Cuando lo hagas, asegúrate de usar solamente agua para regar las primeras tres veces.
PASO 4: NO PLANTES DIRECTAMENTE EN EL SÚPER SUSTRATO
Es importante señalar que el súper suelo casero es muy rico en nutrientes y no debe utilizarse para plantar semillas, plantones ni esquejes.
Estas plantas jóvenes son muy delicadas y sufrirán quemaduras en este medio.
En su lugar, debes germinar las semillas y mantener las plantas jóvenes en una tierra neutra durante al menos las dos primeras semanas, y solamente trasplantarlas una vez que estén bien enraizadas y hayan desarrollado tres o más nudos con hojas más grandes.