Descripción
La valeriana es una planta herbácea y grácil que puede alcanzar una altura de hasta metro y medio.
A sus hojas compuestas, de hasta 12 folíolos estrechos y dentados, les acompañan en verano y primavera unas pequeñas flores rosadas o blancas agrupadas en inflorescencias corimbiformes.
Durante siglos en algunos tratamientos alternativos se ha usado el extracto crudo de la raíz de valeriana por sus supuestos efectos sedantes y ansiolíticos, y generalmente se vende en cápsulas para promover el sueño
Su uso como hierba medicinal se remonta al menos a la Grecia clásica y la antigua China.
Hipócrates describió sus propiedades, y Galeno, posteriormente, la prescribió como remedio para el insomnio y a otros malestares.
En la Edad Media y durante el Renacimiento esta planta gozó de gran reputación en Europa como remedio para calmar los estados ele histeria y los ataques de epilepsia, pero también para el tratamiento de trastornos digestivos, con náuseas y vómitos, para tratar las úlceras bucales y las encías inflamadas e incluso la debilidad de la vista.
Se distribuye naturalmente por toda Europa y por las regiones de Asia de clima templado, y se encuentra naturalizada en muchas otras regiones del mundo.
Crece en ambientes húmedos de montaña, junto a arroyos, en vaguadas y márgenes de bosques caducifolios.
El potencial medicinal de la planta se concentra principalmente en sus partes ocultas, en el corto y grueso rizoma horizontal –o tallo subterráneo– y en sus raíces, que se cosechan al final del estío o ya entrados en el otoño.
Una vez recolectados, se lavan a fondo con agua y se sacuden enérgicamente para librarlos de las impurezas. Luego se dejan secar a la sombra, en un lugar algo ventilado y evitando que se amontonen.
Una vez seca, de la raíz emana un olor penetrante, como de sudor de pies, que la tradición dice que atrae a los gatos. Por ello a la valeriana se la conocía también como hierba de los gatos.
Composición química
Aceite esencial: 0,5%, de composición muy variable.
Sesquiterpenos: los más importantes son los ácidos valerénico, ácido beta-cariofilenobeta-cariofileno; el valerenal, valeranona y acetoxivalerénico.
Iridoides: son típicos de la valeriana y reciben el nombre de valepotriatos.
Contiene isovalerianato de eugenilo e isoeugenilo; monoterpenos (canfeno, pineno).
Ácido gamma-aminobutírico (GABA), glutamina, arginina. Trazas de alcaloides (0,05-0,1%).7
Propiedades de la valeriana
Los principios activos de la valerianase concentran en el aceite esencial que, junto a unas sustancias conocidas como valepotriatos, confieren a la planta los efectos sedantes que la caracterizan.
Contiene también ácido valérico, isovalérico, taninos y alcaloides.
Se indica básicamente para casos de: Insomnio, Ataques leves de ansiedad, Palpitaciones nerviosas e Irritabilidad, Espasmos gastrointestinales e Hipertensión arterial asociados a nervios.
Valeriana para el insomnio
En algunos países europeos, como Alemania, la valeriana se receta incluso por vía médica para tratar el insomnio y los estados de ansiedad.
Diversos ensayos clínicos han analizado el mecanismo de acción de los extractos de valeriana como inhibidores de las neuronas del sistema nervioso simpático encargadas de mantener los estados de vigilia, pues se vio que potenciaban la acción de un aminoácido inhibidor, el ácido gamma-amino butírico (GABA).
Estos estudios demostraron la eficacia de la valeriana en la disminución del tiempo de latencia, que es el que precisamos para llegar a conciliar el sueño.
La valeriana se revela así como una alternativa válida a los hipnóticos y sedantes de síntesis para conseguir favorecer el sueño natural en estados de insomnio no agudo, en personas que duermen poco o que tienen alterado su ritmo de sueño a causa de situaciones de tensión nerviosa y acumulación de preocupaciones.
Ahora bien, para que resulte eficaz, se deben procurar tratamientos largos de entre 4 y 6 semanas y en dosis elevadas para quienes ya hayan seguido tratamientos previos con medicamentos.
Valeriana para la ansiedad
La valeriana como tranquilizante se destina también a calmar los estados de ansiedad leve -aunque en este punto no existe evidencia científica sobre su efectividad-, para tratar la hiperactividad infantil, las cefaleas nerviosas y las taquicardias.
Ayuda asimismo a mantener la tensión arterial bajo control cuando esta se altera a consecuencia de algún trastorno nervioso, previene o alivia los espasmos gastrointestinales en personas de tendencia nerviosa propensas a padecerlos y puede servir de apoyo a personas afectadas del síndrome del colon irritable, a quienes los nervios pueden agudizar los síntomas.
Valeriana como relajante muscular
Resulta también un eficaz relajante muscular, muy útil para aliviar la tensión y el dolor tras un sobreesfuerzo o una actividad deportiva especialmente dura, para calmar las contracturas musculares y los dolores neurálgicos, así como para rebajar la incidencia de los espasmos musculares durante la menstruación y para contribuir a suavizar algunos de los trastornos propios del climaterio, como los sofocos, la tensión muscular, la jaqueca y la lumbalgia
Cómo tomar valeriana
La valeriana se puede encontrar fresca o seca.
Antes de tomarla, consulta con un especialista si es oportuno que la tomes:
En planta seca. La planta seca se presenta en forma de raíz seca estabilizada, que se puede preparar en decocción, preferentemente combinada con otras plantas como la melisa y el espino blanco, más el añadido ciertamente imprescindible de algún corrector de sabor, como la menta o el anís verde.
Tintura de valeriana. Se toma disuelta en agua o zumo de frutas, y bastan unas 20-25 gotas diarias, en dos tomas.
Extracto líquido. En ese caso se toman hasta 50 gotas, en tres dosis diarias), el jugo del rizoma fresco y en polvo.
Pastillas de valeriana. Los comprimidos o cápsulas son la forma más frecuente y cómoda de tomarla, que tienen una media de 250 o 300 mg por unidad, de las que se puede tomar en el caso de los adultos hasta 4 o 5 al día, la última toma una hora o dos antes de acostarse.
En aceite esencial. Este aceite, que se extrae por destilación de las raíces de la planta, presenta un color pardo oliváceo que se ennegrece con el tiempo, y un aroma intenso y terroso.
Dosis recomendadas de valeriana
En cualquier caso, se aconseja no superar los 15 g de valeriana diarios en cualquiera de sus formas.
Para combatir el insomnio, se aconseja tomar una dosis a media tarde y la segunda una o dos horas antes de acostarse, dado que con frecuencia (aunque no a todo el mundo) produce cierta inquietud inicial que se va apagando con el paso del tiempo.
En el mercado se vende una gran variedad de productos en cápsulas y comprimidos que asocian la valeriana a otras plantas como el lúpulo, la melisa, la amapola, la pasiflora o el espino albar, entre otros.
Es necesario dejarse aconsejar por el herbolario de confianza.
En cuanto a la dosis máxima en planta secca, se pueden tomar hasta tres tazas diarias en el caso de los adultos, y una o media en el de los niños.
Cómo usar el aceite esencial de valeriana
El aceite esencial de valeriana aplicado en forma de baño o masaje resulta muy útil para relajarse tanto física como mentalmente y se considera incluso ligeramente hipnótico.
Combina bien con los aceites de lavanda, romero y mandarina, y está indicado para aliviar estados nerviosos diversos como irritabilidad, inquietud, ansiedad leve, insomnio. indigestiones nerviosas y tensión muscular.
No obstante, no hay que usarlo en grandes cantidades ni de forma continuada, ya que puede provocar dolor de cabeza y agitación.
Contraindicaciones de la valeriana
La valeriana no presenta apenas efectos secundarios y es, en general, una planta segura y apta para todas las edades.
Se metaboliza con bastante rapidez y sus efectos han desaparecido a la mañana siguiente.
Solo se desaconseja su consumo, por prudencia y a falta de estudios concluyentes, a mujeres embarazadas y lactantes, a niños menores de tres años y a pacientes con insuficiencia renal.
No obstante, consumida de forma persistente y en dosis demasiado altas, se ha observado que la valeriana puede ocasionar cefaleas, vértigos, náuseas, fatiga, sudoraciones, picores e incluso aquello que con ella se pretende combatir: alteraciones del sueño.
Otros estudios hablan de somnolencia y torpeza.
Se advierte también de la necesidad de no simultanear el consumo de valeriana con el de barbitúricos y otros sedantes clínicos, o bebidas alcohólicas y excitantes como el café y la cola, pues puede sobreactivar sus efectos e inducir estados de agitación y ansiedad o bien de torpor y somnolencia, según el caso.
Como ocurre con las benzodiacepinas, si tras un uso prolongado se deja de tomar de forma brusca, la valeriana puede producir confusión y mareos.
Tomada por periodos muy largos puede generar cierta dependencia.
Infusiones con valeriana y fórmulas de herbolario.
Esta planta no puede faltar en tu huerto medicinal o jardín y podrás disfrutar de los efectos medicinales que que aportarán bienestar y salud.
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